ÉPOCA ANTIGUA
LOS SOFISTAS
Protágoras
uno de los máximos
representantes de los sofistas.
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Los sofistas se les consideraba que
hacían sabios a otros por medio de los métodos de enseñanza que ellos crearon y
se les suele considerara pioneros en la enseñanza y transmisión del
conocimiento. Los sofistas son considerados los fundadores de las artes
liberales, es decir aquellas disciplinas, profesiones y artes propias de los
hombres libres en contraposición de las artes serviles, propias de esclavos y
esto es porque los sofistas se encargaban de formar en conocimientos a futuros
líderes políticos para las polis, las cuales eran esas ciudades atenienses en
las cuales convivían las personas. Fue un grupo de pensadores que en vista del
contexto político ateniense donde los cargos públicos estaban accesibles en
cierta forma para muchos, lograron vislumbrar la oportunidad de prestar sus
servicios como educadores de esos posibles dirigentes, siendo importante
recalcar que ellos le dieron un enfoque mercantilista a su profesión y esto es
porque ellos eran expertos maestros, los cuales alquilaban locales donde
impartían clases y además cobraban sumas significativas en concepto de
honorarios, de lo cual vemos aun en la actualidad la aplicación de esas pautas en
cuanto a la educación hasta nuestros días donde abundan instituciones y
maestros de índole privado que prestan sus servicios por suntuosas cantidades
en alarde a la calidad de enseñanza que imparten.
Los sofistas también fueron considerados
como los revolucionarios, los inconformes frente a lo establecido. Las
principales características que los identificaban eran la actitud escéptica, el
relativismo, el humanismo, las cuestiones pedagógicas y la preocupación por los
problemas lingüísticos y la negación de la existencia de normas morales o jurídicas
inmutables y necesarias, se denota que lograron dar un gran aporte a futuras
corrientes tanto pedagógicas hasta incluso sociales.
Como se logra apreciar para los sofistas
la medida del todo era el hombre por ende dejaron de lado las cuestiones
naturales, su aporte pedagógico se basaba en la enseñanza de las técnicas de
argumentación, oratoria y la enseñanza enciclopédica de la cultura general,
siendo importante señalar que en vista al relativismo y escepticismos que
predicaban, es decir al hecho de que no existe nada y aunque existiera no se
puede llegar a conocer y solo son las apariencias las que lográbamos conocer y
por lo cual las cosas son relativas acorde a la opinión que cada uno de
nosotros le demos ya sean cuestiones morales o leyes, consideraban de vital
importancia que se enseñe el poder debatir y defender cualquier cuestión
mediante el uso de la palabra y lograr generar convencimiento en las personas
sobre lo que se está diciendo.
Los demagogos son ejemplo de la perversión de los sofistas. |
Pero considero importante señalar que
debido a esa facilidad que tuvieron y enseñaron los sofistas de defender
cualquier punto de vista y generar convencimiento en las personas, se generó
una perversión en cuanto al uso de tales herramientas, surgieron muchos
demagogos que manipulaban la “verdad” a su conveniencia, además también es de
recordar como ya se mencionó que los sofistas cobraban suntuosos honorarios, es
decir limitaban su educación solo a aquellos con el poder adquisitivo
suficiente, es decir su verdadera labor iba encaminada a obtener ganancias más
que a lograr educar, de ahí devienen muchas de las críticas que hacían
filósofos como Sócrates, aunado al hecho que ellos se consideraban sabios y
conocedores de todo, actitudes también reprochadas por Sócrates y otros filósofos.
Cobraban altos honorarios. |
Hoy en día también existen muchos
sofistas contemporáneos, o sea, todo aquel que cobra por impartir su excelso
conocimiento y se benefician de ello, los “gurús” de la literatura de
autoayuda, son el típico ejemplo, además como ya se mencionó anteriormente en
muchas instituciones que prestan servicios especializados de enseñanzas, pero también
encontramos grandes antecedentes de las actuales técnicas de oralidad que aún
se siguen aplicando y con mayor auge en nuestro sistema jurídico, ya que el hecho de que los sofistas pudieran abogar
por una causa y hacer pleno uso de todos los argumentos de una forma coherente
y sistematizada para generar convencimiento, siguen vigentes en la abogacía,
con la diferencia que en las ciencias jurídicas no solo basta el buen uso de
las técnicas argumentativas y oratorias sino que también deben de encontrarse
amparadas en un sustento factico y probatorio que les den esa validez legal,
además la importancia que tiene el buen argumentar es sumamente necesario al
momento de impartir clases, obviamente basados en un fundamento científico teórico,
ya que el docente debe buscar generar ese convencimiento y seguridad de lo que
imparte al alumno.