lunes, 16 de junio de 2014

ÉPOCA ANTIGUA: LOS SOFISTAS.

ÉPOCA ANTIGUA



LOS SOFISTAS

Protágoras uno de los máximos 
representantes de los sofistas.
Los sofistas se les consideraba que hacían sabios a otros por medio de los métodos de enseñanza que ellos crearon y se les suele considerara pioneros en la enseñanza y transmisión del conocimiento. Los sofistas son considerados los fundadores de las artes liberales, es decir aquellas disciplinas, profesiones y artes propias de los hombres libres en contraposición de las artes serviles, propias de esclavos y esto es porque los sofistas se encargaban de formar en conocimientos a futuros líderes políticos para las polis, las cuales eran esas ciudades atenienses en las cuales convivían las personas. Fue un grupo de pensadores que en vista del contexto político ateniense donde los cargos públicos estaban accesibles en cierta forma para muchos, lograron vislumbrar la oportunidad de prestar sus servicios como educadores de esos posibles dirigentes, siendo importante recalcar que ellos le dieron un enfoque mercantilista a su profesión y esto es porque ellos eran expertos maestros, los cuales alquilaban locales donde impartían clases y además cobraban sumas significativas en concepto de honorarios, de lo cual vemos aun en la actualidad la aplicación de esas pautas en cuanto a la educación hasta nuestros días donde abundan instituciones y maestros de índole privado que prestan sus servicios por suntuosas cantidades en alarde a la calidad de enseñanza que imparten.

Los sofistas también fueron considerados como los revolucionarios, los inconformes frente a lo establecido. Las principales características que los identificaban eran la actitud escéptica, el relativismo, el humanismo, las cuestiones pedagógicas y la preocupación por los problemas lingüísticos y la negación de la existencia de normas morales o jurídicas inmutables y necesarias, se denota que lograron dar un gran aporte a futuras corrientes tanto pedagógicas hasta incluso sociales.

  
Como se logra apreciar para los sofistas la medida del todo era el hombre por ende dejaron de lado las cuestiones naturales, su aporte pedagógico se basaba en la enseñanza de las técnicas de argumentación, oratoria y la enseñanza enciclopédica de la cultura general, siendo importante señalar que en vista al relativismo y escepticismos que predicaban, es decir al hecho de que no existe nada y aunque existiera no se puede llegar a conocer y solo son las apariencias las que lográbamos conocer y por lo cual las cosas son relativas acorde a la opinión que cada uno de nosotros le demos ya sean cuestiones morales o leyes, consideraban de vital importancia que se enseñe el poder debatir y defender cualquier cuestión mediante el uso de la palabra y lograr generar convencimiento en las personas sobre lo que se está diciendo.

Los demagogos son ejemplo
de la perversión de los sofistas.
Pero considero importante señalar que debido a esa facilidad que tuvieron y enseñaron los sofistas de defender cualquier punto de vista y generar convencimiento en las personas, se generó una perversión en cuanto al uso de tales herramientas, surgieron muchos demagogos que manipulaban la “verdad” a su conveniencia, además también es de recordar como ya se mencionó que los sofistas cobraban suntuosos honorarios, es decir limitaban su educación solo a aquellos con el poder adquisitivo suficiente, es decir su verdadera labor iba encaminada a obtener ganancias más que a lograr educar, de ahí devienen muchas de las críticas que hacían filósofos como Sócrates, aunado al hecho que ellos se consideraban sabios y conocedores de todo, actitudes también reprochadas por Sócrates y otros filósofos.


Cobraban altos honorarios.
Hoy en día también existen muchos sofistas contemporáneos, o sea, todo aquel que cobra por impartir su excelso conocimiento y se benefician de ello, los “gurús” de la literatura de autoayuda, son el típico ejemplo, además como ya se mencionó anteriormente en muchas instituciones que prestan servicios especializados de enseñanzas, pero también encontramos grandes antecedentes de las actuales técnicas de oralidad que aún se siguen aplicando y con mayor auge en nuestro sistema jurídico, ya que  el hecho de que los sofistas pudieran abogar por una causa y hacer pleno uso de todos los argumentos de una forma coherente y sistematizada para generar convencimiento, siguen vigentes en la abogacía, con la diferencia que en las ciencias jurídicas no solo basta el buen uso de las técnicas argumentativas y oratorias sino que también deben de encontrarse amparadas en un sustento factico y probatorio que les den esa validez legal, además la importancia que tiene el buen argumentar es sumamente necesario al momento de impartir clases, obviamente basados en un fundamento científico teórico, ya que el docente debe buscar generar ese convencimiento y seguridad de lo que imparte al alumno.