EL RENACIMIENTO Y EL
HUMANISMO
Victorino de Feltre,
Tomás Moro, Erasmo de Róterdam y Luis Vives.
El
humanismo como movimiento intelectual, filosófico y cultural, fue parte de un
fenómeno aún más extenso denominado “el Renacimiento”. El Renacimiento como
tal, termino aun con cierta connotación religiosa debido a la aún gran
influencia del cristianismo, lo que buscaba era un renacer del ser humano a una
vida verdaderamente "humana", mediante el recurso de las artes, las
ciencias, la investigación, etc. poniendo de manifiesto la consideración del
ser humano como ser natural, ya no bajo un contexto lleno de supersticiones o
ideas fundamentalmente religiosas dogmáticas como pasó en la Edad media, de
aquí deviene la importancia que adquiere el hombre como centro de la realidad,
lo que se denominó humanismo.
El
humanismo plantea un especial interés por lo clásico, la investigación
filológica, valoraban al hombre desde una perspectiva mundana al contrario de
lo que pasó en la época media, este hecho favoreció el impulso y desarrollo
científico durante el renacimiento, se retomó el ansia por conocimiento tan
viva en la época antigua.
Muchos
humanistas no renegaban de la religión, incluso unos profesaban la fe
cristiana, el cambio de paradigma fue que ahora la religión ya no era el eje de
la actividad humana, sino que ahora es la búsqueda del desarrollo del hombre,
donde la religión es ahora parte de ello en el campo espiritual, pero no se
deben dejar de lado las cuestiones concernientes al conocimiento y al plano
material, se denota la influencia de este periodo hasta nuestros días, donde lo
que predomina alrededor del mundo es la educación laica, siendo la adopción de
alguna religión una opción personal de cada uno.
En
la educación y la vida académica, el humanismo significó la búsqueda de
estudio, particularmente las matemáticas, la retórica, literatura, el arte y la
historia. El Renacimiento fue una época de aprendizaje, pero no fue una época
de las escuelas como las conocemos hoy en día. La enseñanza era para aquellos que podían
pagarla. Aun no se consideraba a la educación como un derecho, sino que más
bien un privilegio, cuestión de la cual pedagogos como Comenio vendrán a objetar
posteriormente. La mayoría de las asignaturas se enseñan oral y
memorísticamente, en los hombres se buscaba la formación de comerciantes, esto
debido a la influencia y ascenso de la burguesía como clase social predominante
en el nuevo sistema de producción capitalista, en las mujeres la educación se
centraba más que todo en labores del hogar.
Victorino de Feltre,
estableció un sistema de enseñanza que incluía religión, moral, ciencias
naturales, expresiones artísticas y los ejercicios corporales, fue el primer
humanista en desarrollar un currículo de educación física. Su programa
incorporaba la arquería, las carreras, los bailes, la cacería, la pesca, la
natación, la esgrima, la lucha y los saltos, antecesor de las ideas de
Pestalozzi en cuanto a la educación activa. Necesidad de conocer sobre varios
estudios y disciplinas al mismo tiempo, aboga por el desarrollo la razón crítica
de los estudiantes y prestó gran cuidado sobre los errores de los estudiantes
para aprender de ellos.
Erasmo de Róterdam,
consideraba que la educación humanística o “liberal”, debía impartirse a los
niños desde los primeros años de vida, aprovechando su enorme plasticidad y su
prodigiosa memoria. Empieza a abordar la educación inicial, buscando evitar el
fastidio del educando, hace uso de juegos para el aprendizaje, debía haber un
trato de amor por parte del educador y criticaba los métodos represivos y
sancionatorios.
Luis Vives,
fue precursor de una psicología moderna, a
partir del uso de la inducción en la investigación y defiende el principio de
la individualidad del aprendizaje. Abogó en todo momento, porque el sexo
no fuese un argumento para establecer diferencias educativas, ya que era
necesario que las mujeres tuvieran cierta instrucción ya que ésta se encarga de
la educación en los primeros años del niño. También abordó cuestiones
relativas a la organización escolar y política docente. Afirma que el juego y
las operaciones matemáticas son de gran ayuda para explorar el ingenio y
destaca con énfasis el papel decisivo del docente en la educación del discente.